Lo Más Parecido
Poblado bigote de cerda gruesa el del viejo. Cuando se reía la mostaza volaba como proyectiles ebrios que caían por todo el mantel. El viejo insistía con que el era el hijo de Solano López. Así eran los comensales de esa primera cena. Yo, recostado contra la silla acolchada, los miraba fingiendo normalidad. Era un circo y yo era un escribano amargado entre todos ellos. Yo y Alejandra. Ella pertenecía a la casa desde su nacimiento, pero estaba tan desorientada como yo: veía volar sobrinos, comida, oía el griterío y se resignaba a encogerse y cerrar con fuerza los ojos cuando un vaso reventaba en mil insultos.