Pseudo-lobo
Te está mirando fijo, sonriendo. Hace veinte minutos, reloj, que no te deja cambiar el tema de la conversación. Está inclinada hacia vos. Está arriesgándose a quedar para la mierda por insistente. Con lo caro que sale, en esta sociedad, ser una mina que ruega y ella te lo está haciendo hace mucho y la cosa no parece alargarse mucho más. Parecería que al resto de la galaxia le ENCANTA que le insistan para salir una noche a bailar. Es como el sueño de la prepa de un grupito de acné con patas que circula en tu televisión. El tuyo no. A vos no te gusta. Es incómodo. Pero no que te insista, no que se incline hacia vos. Es porque sabés lo que pasa cuando salís.