Me dirijo a usted,
Señorita Celeste: Me dirijo a usted para certificarle que la nota del cuaderno de comunicaciones de mi hijo Ramiro llegó a mis manos. Quiero que sepa, también, que está usted completamente en lo correcto. Ramiro y yo ya tuvimos una larga charla y sé con seguridad que nunca más volverá a tener una actitud similar. Quizás ya lo sepa usted, pero Ramiro es un chico difícil de contener. Es muy movedizo no sólo en las aulas, sino también en casa y hasta en el consultorio. A la hora de entenderlo, tal vez le convendría saber que Ramiro ya no ve a su mamá hace ya tres años, tiempo que ella dedicó a formar una nueva familia. Esta semana nos enteramos que Ramiro va a tener un nuevo hermanito.