Mi Sauco

Quiero correr en círculos hasta que me duelan las plantas de los pies y tumbarme boca arriba contra la cerámica fría. Quiero colgar una soga del balcón y saltar con los pies atados para quedar justo a pocos centímetros del piso y poder salir caminando; que la vecina me pregunte por la soga. Quiero destruir una pared con la cabeza, apretar los dientes hasta que se fundan entre sí y no poder hablar. Tener que gruñir para decir algo, mover la lengua detrás de esa prisión y tener que comer puré de calabaza por el resto de mi vida. Quiero morder la mesa. Quiero poder abrazar un árbol y recibir un abrazo de vuelta. Quiero sentir la aspereza de las hojas en la cara. Quiero estar en mi jardín, tener siete años, y poder sentarme abajo de mi sauco. Quiero encapricharme con cada una de las frutas chiquititas y violetas de mi amigo árbol y hacerlas dulce para poner sobre el pan con manteca. Quiero tirarme de clavado en un montón de harina; tener un respirador para no ahogarme y poder dar saltos enharinados. Mi sudor volviéndose engrudo, todo un asco. Quiero tener un martillo gigante para romper cosas que no debo romper, cosas caras que ya no sirven. Quiero meterme en una burbuja de simulador de hologramas y poder estar en otro lugar. Quiero enamorarme de una nigeriana. Quiero tener una casa injusta en medio del Sahara. Quiero que todos estén en esa casa. Quiero ganarle al metegol a Ernesto, el chiquito que pide monedas en mi facultad. Quiero que sea mi hermano menor, decirle todas las cosas que me hubiera servido escuchar. Quiero hacerle milanesas con puré y enseñarle a jugar al Counter Strike. Quiero hacerme una guitarra propia y ponerle el nombre de mi abuela, y que suene como ella cuando canturreaba. Quiero poder nadar en el lago Fagnano y no morirme congelado. Quiero tener una casa en un barco y vivir en ese lago, buscando el fondo que nadie conoce. Quiero ser un pingüino que pueda hablar. Quiero quemar los casinos. Quiero ir volando a sacarla de esa casa. Quiero compartir los dolores de cabeza de otros, poder sacarles los nervios aunque los tenga que llevar yo. Quiero procesar en mi cabeza todo lo que le pasa a la gente que quiero. Quiero tener esa claridad para mí. Quiero romper tazas, tirar platos y gritar loca de mierda. LOCA DE MIERDA. Quiero aprender a escribir sin tantos punto seguidos. Quiero que se pueda hacer todo como uno quiera y que esté bien. Quiero no entender todo lo que me pasa; que el mundo no sea un circo. Quiero ir al circo, quiero ser payaso. Quiero jugar con un león y morirme si es lo necesario para estar allí. Quiero saber cómo funcionan las pantallas táctiles o el reconocimiento de voz. Quiero poder meter todo de mí en cada sonido que hago. Quiero agarrarme a las piñas con la gente que amo. Quiero tirarlos al piso y hacer fuerza para inmovilizarlos; y ahí nomás decirles que los amo.