Caja de pizza

Hoy soñé que me llegaba un video donde me hablabas a través de uno de estos pibes. Le pedías que hable en nombre tuyo sabiendo que él no me bancaba, y me decía que Victoria me daba las gracias por haberle dado la idea de enmarcar un pedazo de cartón de una caja de pizzas de una juntada especial que tuvimos mientras estábamos juntos. En el video aparecías en un intento de galpón medio vacío, como una feria vieja de Brasil donde en algún momento hubo un parque de diversiones. Ahi te veía con rostro de circunstancia esperando que este chabón me dijiese aquello importante que le pediste. Pero él sólo me ponía al día con cosas que antes me hubieran importado, como tus estudios o tu salud.

Es la primera vez que se me ocurre que quizás te interesa volver a hablar, y la verdad es que me da rechazo.

También, mientras estoy yo con otra gente, me llega un mensaje tuyo haciendo chistes sobre nuestra situación. En ellos querés hablar de esta herida como si no fuese nada, querés sentir que sos capaz de ridiculizarlo y quizás lo sos, pero yo no y los chistes para mí son de mal gusto y ya no tengo que falsearlos.

Me despierto cruzado mirando cien casas tapadas de lluvia, pensando en que, a lo mejor, querés saber de mí. Pero no me importa ni me interesa lavarte la culpa, ni ser uno más de esos amores con los que te mantuviste una buena relación.

Porque lo único realmente sano que teníamos era el amor entre nosotros, y cuando eso se esfumó o se transformó, entre nosotros sólo quedó ese tarado del video, el cartón de pizza enmarcado, y el vacío de una historia mal contada.